OPINIÓN
5 de junio de 2025
¿Información o sensacionalismo?: una deuda pendiente de los medios

Cuando una tragedia expone la falta de información y empatía en los medios.

Tras el horrible hecho que ocurrió el miércoles en nuestra ciudad y que conmovió a toda la comunidad, circulan por redes sociales y medios de comunicación noticias, imágenes y detalles erróneos, supuestos e inciertos que la audiencia toma como verdad absoluta.
La desinformación abunda y el profesionalismo escasea. El interés por el morbo y la competencia por vistas o seguidores deja de lado la ética y la empatía de quienes comunicamos. Causando que se falte al respeto a los allegados, que están atravesando y procesando un duelo, mientras otros utilizan este caso para su conveniencia.
A veces, acompañar también es callar. Estar presentes, sin invadir. Escuchar más, opinar menos. Lo que para algunos es una noticia, para otros es una pérdida irreparable.
La salud mental, aunque parezca que avanzamos, en este tipo de situaciones nos demuestra que todavía falta información y sensibilidad.
Hablar de salud mental no es hacer una nota rápida con una conclusión superficial. Es abrir espacios seguros, con profesionales, con cuidado, con continuidad, pedir ayuda. Porque el silencio duele, pero la exposición sin sentido también.
Es en estos momentos es cuando, personalmente, vuelvo a cuestionarme el rol de quienes comunicamos. Elegí esta profesión porque creo en el poder de la palabra, en la responsabilidad de informar con respeto y en la necesidad de construir una comunicación más humana.
Y hay algo que me parece fundamental: no podemos seguir normalizando el morbo ni sacrificando la ética por un clic. Necesitamos repensar cómo informamos y, sobre todo, para qué lo hacemos. Ser autocríticos y reflexivos.
Como sociedad, lo que nos toca es acompañar, a la familia, amigos, comunidad educativa, compañeros… Y como comunicadores, informar con conciencia.
Este caso, en particular, me conmueve más que otros por la cercanía de uno de los integrantes. Pero aunque sea un hecho puntual, siento que el mensaje va mucho más allá de esta familia. Nos interpela como comunidad, como medios, como personas. Y no debería ser necesario atravesar tragedias para empezar a hablar en serio de salud mental, de empatía, de responsabilidad.
Yasmín Ibarra.
